jueves, 10 de junio de 2010

En este Escuadrón se realizaban las exhibiciones y pruebas para la venta de los aviones por la empresa CASA, de vez en cuando llegaban autoridades interesadas de diversos países, yo era el encargado de recibirlas y conducirlas a la sala de recepciones donde El Jefe les esperaba y se les obsequiaba con un pequeño cóctel o vino español del que yo también me encargaba de tener preparadas unas bandejas de ricos canapés y diversos aperitivos y bebidas.
Me sentía muy a gusto y satisfecho con mi trabajo que intentaba cumplir a la perfección, todo el mundo estaba contento conmigo y me apreciaban, tenía amigos y compañeros que reconocían mi labor, a excepción algunos de mis compañeros de especialidad que, posiblemente por las envidias se quejaban de que yo no volaba, jamás les importuné en los turnos pues de todas formas al ser yo el más antiguo no estaba metido en ellos.
Solicitaron al Jefe mi regreso a la unidad de vuelo más que nada para fastidiarme, a sabiendas que a partir de ese momento se les acabaría el chollo de las torradas, las comilonas y las barras libres. El Jefe que como he dicho anteriormente era amigo mío me llamó a su despacho y me dijo que no le quedaba más remedio. Ese mismo día solicité pasar reconocimiento médico y después de los exámenes me encontraron insuficiencias coronarias y me dieron de baja en vuelo. Al poco tiempo me convocaron para realizar el curso de Oficial a Reus al que me incorporé en enero de 1987 con una duración de tres meses que terminé con aprovechamiento y buenas notas obtuve la aptitud para el ascenso a Oficial.


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